Por aqu� y por all�, en Francia,
Agn�s Varda se ha encontrado con espigadores, recolectores y gente que busca
entre la basura. Por necesidad, puramente por azar o por obligaci�n esta
gente recoge objetos desechados por otros. Su mundo es sorprendente.
Constituye un gran contraste con el mundo de los espigadores
de ayer, de las mujeres campesinas que escarbaban para conseguir los
peque�os granos de trigo que quedaban despu�s de la cosecha. Patatas,
manzanas y otros alimentos desechados, cosas sin due�o, relojes sin
manillas, televisores, juguetes; �ste es el men� de los espigadores de hoy. |